viernes, 28 de marzo de 2008

¿Una cuestion de actitud o de aptitud?


Despues de la derrota de Guillermo Coria frente a Werner Eschauer, en el Challenger de Barletta, volvió a plantearse si lo más importante en el tenis es la cabeza o la técnica.
Ya en el 2006, en una nota a La Nación en la que le preguntaban como estaba, el Mago respondió que estaba bien, con ganas de volver a sentir esa adrenalina. Pero creo que es obvio que ese sentimiento que tenía por ese entonces Coria no lo pudo llevar al court.


Pero más interesante es otra respuesta que da Coria en la misma nota al preguntarsele si el bajon fue de lo anímico a lo tenístico o al reves. Es aquí cuando Coria responde: "Fue de lo anímico hacia lo tenístico, porque yo no me voy a olvidar de jugar de un año al otro".
Creo que las palabras de Coria fueron acertadas, el gran bajón que tiene pasa por la cabeza, por la confianza que tiene. Fueron varios golpes los que sufrió Coria en su carrera (aclaro que con esto no busco defenderlo), como la suspensión por Dopping, la caida en la Final de Rolland Garros 2004, sus ausencias en la Copa Davis, lo cual le trajeron la antipatia de una parte de los argentinos, los rumores sobre que su esposa le era infiel y la lesión en el hombro.
Todo influye en un tenista. Si un jugador tiene en la cabeza que sí o sí debe ganar (como el mismo Coria afirmaba), cuando es derrotado, no esta mentalmente preparado para semejante caida y no se utiliza a la derrota como una forma para fortalecerse y crecer, sino que se va cayendo en un propio espiral del que como se ve, es difícil de salir.
Numerosos intentos tuvieron por parte de Gaudio y de Coria por volver a tener el nivel que supieron tener, pero trajo como resultado la misma cantidad de fracasos.
En mi opinión debería dejarsele de dar tanta importancia y seguimiento a los partidos, tanto de Coria como de Gaudio, ya que es antiproducente porque sienten la presión de tener que ganar sí o sí, para que el mundo se entere que estan de vuelta.
Debemos dejar de ser tan exitistas y volver a ver al tenis como en sus origenes: un deporte de esparcimiento, en el que los ingleses buscaban disfrutar y olvidarse de los problemas. Economicamente no tienen problemas, asique que vean el tenis como una forma de disfrute y no como una obligación.

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